domingo, 7 de junio de 2009

Breve reseña histórica de Bmé Cruz

Breve reseña histórica:

Me hice cargo de mi subsistencia desde pequeña (21 años recién cumplidos) porque en mi casa paterna cualquier nimiedad siempre fue motivo de discusión, pelea, juicio y discordia; como yo no toleraba tanto problema a mi alrededor volé del nido (no sabemos de qué especie era el nido y preferimos no despejar la duda por si encontramos escamas, jeje). En esa oportunidad no dejaron de llover los problemas y debo decir que por una noche perdí las esperanzas... Y gracias a Dios las recobré a la mañana del día siguiente, desde ese momento me acompaña una FE que se ha hecho más fuerte con los años y que me gratifica mucho llevar dentro, expresarla, vivirla y compartirla. Luego de la crisis de 2001, me fue inevitable volver "al nido"... ¡Para qué! Me llovían los insultos y los maltratos (papá no era... ¿Quien era?)... Tardé poco más de un año en conseguir un trabajo que me permitiese volar de nuevo, con el firme propósito de ya no volver... Y como no quise aprovecharme de mis encantos de aquella época me fui solari solari al ahora histórico departamentito de Bartolomé Cruz y Corrientes. Bueno, el 80% de los que leerán ésto lo conocieron y el 60% de ese 80 debe haberse quedado a dormir alguna vez en aquél rincón de Olivos, aclaro que lejos de ser una casa de burlesque, dicho depto tenía siempre el colchoncito de huéspedes amorosamente dispuesto para quien lo necesitase... De hecho ¿cuántas noches me lo habrán mangueado el trío de vecinos (ahora hermanos) para sus amigos (borrachos los amigos, naahhh)? Ese colchón dejó la vida por los más necesitados de reposo, fue un buen colchón y así lo recordaremos. Hasta le sirvió de cueva al histórico Miguel Armando (para quienes no saben de su existencia, el primer jerbo que tuve de mascota). El pobrecito colchón dejó la vida útil luego del paso de "Pato Bety Boop", mi roommate que hasta marcas de cigarrillo le dejó, por supuesto que ésto último explica la razón del fin de la convivencia con la amiga Pato (negra, fuiste demasiado piromaníaca como roommate, igual te quiero) ya que el rojiblanco colchón no fue su única víctima, con ella quedaron marcados las cortinas de "Doña Raquel" y mi amada mesita ratona.

Ésta entrada sólo responde a una arranque de nostalgia imprevisto de lo que alguna vez fue mi departamento de soltera, aquél ricón destartalado, pero cálido en que me encontré con mis fantasmas, los maté uno por uno, adopté nuevos rayes y dejé definitivamente conductas y vicios de mi personalidad que me impedían ser feliz. Sigo recordando cada rincón y abrazando con el recuerdo cada momento allí vivido, no porque todos hayan sido buenos momentos sino porque todos ellos derivaron indepfectiblemente en mi felicidad presente. Gracias Bartolomé Cruz _ _ _ _ 2 piso (por escalera, obvio) departamento C por haber sido testigo de momentos tan valiosos para mí, siempre tendrás un lugar en mi corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario